En Haiti, el haitiano no tiene derecho a nada
Nunca nadie, jamás, ha visto en República Dominicana a un haitiano haciendo las veces de animal de carga. La foto fue tomada hace pocos días en Puerto Príncipe, la capital de Haití. Sin comentario. Foto/Alexander Josehp GálvezPOR SHIRA ABREU
Los haitianos que están aquí (en República Dominicana) están bien. El haitiano que no está bien es el que está allá, en Haití; el haitiano allá no tiene derecho a nada. En Haití lo que hay es droga y pistolas, allí no se puede hablar”, afirmó ayer el periodista haitiano Alexander Joseph Gálvez.
Al deplorar la condición en que se vive en su patria, citó como los principales problemas la insalubridad, delincuencia, bajos sueldos, drogas, falta de autoridades y oportunidades de desarrollo.
La campaña de descréditos que desarrollan organizaciones como la dirigida por Sonia Pierre, la rechaza. Dijo que las acusaciones de esclavismo y abusos contra haitianos en República Dominicana son “completamente falsas”.
El periodista aseguró que el Gobierno y las Organizaciones No Gubernamentales (ONG) de su país se quedan con las ayudas internacionales que deberían llegar al pueblo.
“Hay que ir a las 6:00, o a las 7:00 de la noche frente al hospital general de Haití para ver la gente durmiendo en la calle. La gente no tiene donde vivir”, describió.
Gálvez repudia el contraste social y económico de la población haitiana, las diferencias que reinan entre las condiciones de la ciudad donde viven los ricos, con las calles en buen estado, con los pueblos y sus barrios.
Afirma que en su país no hay autoridades. Y las cárceles están llenas de presos por delitos menores, sin embargo, los llamados “ladrones de cuello banco” permanecen impunes.
Las industrias vierten sus desechos en las calles, donde se mezclan con basura y provocan olores insoportables, y ninguna autoridad recoge. En esas mismas calles las mujeres venden dulces y chucherías para poder sobrevivir, subrayó.
En Haití la mayoría de la población se concentra en las ciudades, donde viven en total hacinamiento. Y los campos desolados sirven para el tráfico de drogas, señaló el periodista haitiano.
Gálvez pidió al Gobierno y a los periodistas dominicanos no recibir a los representantes del Gobierno haitiano, porque sólo estafan a los mismos haitianos.
Otros problemas que resaltó fueron los del transporte y el mal estado de las calles. El periodista ofreció las declaraciones en la redacción de El Nacional.
Al deplorar la condición en que se vive en su patria, citó como los principales problemas la insalubridad, delincuencia, bajos sueldos, drogas, falta de autoridades y oportunidades de desarrollo.
La campaña de descréditos que desarrollan organizaciones como la dirigida por Sonia Pierre, la rechaza. Dijo que las acusaciones de esclavismo y abusos contra haitianos en República Dominicana son “completamente falsas”.El periodista aseguró que el Gobierno y las Organizaciones No Gubernamentales (ONG) de su país se quedan con las ayudas internacionales que deberían llegar al pueblo.
“Hay que ir a las 6:00, o a las 7:00 de la noche frente al hospital general de Haití para ver la gente durmiendo en la calle. La gente no tiene donde vivir”, describió.
Gálvez repudia el contraste social y económico de la población haitiana, las diferencias que reinan entre las condiciones de la ciudad donde viven los ricos, con las calles en buen estado, con los pueblos y sus barrios.
Afirma que en su país no hay autoridades. Y las cárceles están llenas de presos por delitos menores, sin embargo, los llamados “ladrones de cuello banco” permanecen impunes.
Las industrias vierten sus desechos en las calles, donde se mezclan con basura y provocan olores insoportables, y ninguna autoridad recoge. En esas mismas calles las mujeres venden dulces y chucherías para poder sobrevivir, subrayó.En Haití la mayoría de la población se concentra en las ciudades, donde viven en total hacinamiento. Y los campos desolados sirven para el tráfico de drogas, señaló el periodista haitiano.
Gálvez pidió al Gobierno y a los periodistas dominicanos no recibir a los representantes del Gobierno haitiano, porque sólo estafan a los mismos haitianos.
Otros problemas que resaltó fueron los del transporte y el mal estado de las calles. El periodista ofreció las declaraciones en la redacción de El Nacional.
Comentarios
Salud! Es preocupante lo que sucede en haiti, el narcotrafico y el contrabando intenacional estan haciendo de la suyas. Los haitianos deben buscar la forma de salir de esta cituaciòn. Y no creo que el problema de la pobreza sea la causa de tanta delicuencia. Lo que sucede es que en rio revuelto peca todo aquel que le encanta beneficiarse de los negcios turbios.
Por otr parte, las campañas de descredito no son tal, lo que sucede es que como el paìs es complice por omisiòn y por miopìa voluntaria, las autoridades sangran
por la herida.
Las denuncias que se le atribuyen a la activista Sonia Pierre, son hechas por el sacerdote que operaba en los Bateyes de San Josè de los Llanos Christopher Harley y por Pierre Ruqoy, quien operaba en los bateyes de Tamayo.
Las denuncias de los sacerdote no es una mentira, quizas hay que ir a los bateyes y ver como vive esta gentes, algunos sin nacionalidad, porque aùn naciendo en Repùblia Doiminicana, se le niegan los documentos a los que tienen derecho. No es ir y preguentarles a los ejecutivos de las mpresas cañeras: Señor maltratan ustedes a los haitianos que cortan la caña? O señor, es verdad que tienen ustedes braceros haitianos y decendientes de estos en estado de cuasi esclavitud?
Hay que estar en los bateyes, ver en que estado viven,, como llegan a cortar caña y como ternminan. Es muy facil desde lñas ciudades desmentir verdades de la que nada se sabe. Tambièn es comodo oir declaraciones de personas que muy seguramente reciben dineros de las empresas cañeras, para que se encarguen de desmentir y defender a los que han producido los hechos que dan pie a los documentales y las denuncias.
Me alegra ver que continua desarrollandose.
De seguro se ha graduado ya!
Felicidades!