Niños huerfanos y muy pobres encuentran una chispa de esperanza
FUNDACION DULCE ESPERANZA
Un centro que trabaja por los más necesitados
POR SHIRA ABREU
"Mi hija murió de lo que anda, de lo que los hombres enferman a las mujeres", dice en tono de lamentó Leoncia Ramírez, de 78 años, abuela de cuatro de muchos niños que han quedado huérfanos en la comunidad de San Bartolo, de Los Frailes, en el kilómetro 11 y medio de la autopista Las Américas.
En ese barrio, de calles enlodadas y escasos recursos, es una vergüenza y un mito el tema del VIH y el Sida.
Al rescate de decenas de huérfanos por ésa y otras enfermedades trabajan la Fundación Dulce Esperanza y la directora de la Escuela Hogar Arcoiris.
También hay pequeños con malformaciones congénitas en brazos, piernas y una de ellas nació con un sólo orificio para el ano y la vagina. La directora del centro, Austria Erenia Rodríguez, dijo que puede corregirse sometiéndola a tres operaciones reconstructivas.
La escuela y la fundación trabajan en conjunto para ofrecer educación gratuita, apoyo moral, trámites de asistencia médica y psicológica a 22 de los 180 niños que estudian en el Hogar Arcoiris.
La fundación realizó una campaña dental, hace frecuentemente actividades para motivar a los niños a mejorar en los estudios, dona útiles escolares y recauda fondos para diversas necesidades de los niños y sus padres.
La escuela, fundada en 1997, cobra 100 pesos o menos a los padres de mejores recursos. Y a 30 de los niños los educa sin costo.
Eugenia Céspedes, miembro de las fundación, explicó que la entidad busca llevar alegría a los niños, pero que por la pérdida de sus padres y por las dificultades que enfrentan en ocasiones la tristeza se les refleja en el rostro.
"No adelantan en la escuela, son niños aislados, no estudian y no aprenden", dice.
Pero con el amor, paciencia y la comprensión que les transmiten sus mentoras, el futuro podría ser diferente para ellos.
La fundación
La fundación Dulce Esperanza es el producto del sueño de Dulce de González, quien en la niñez vivió en la pobreza pero que con trabajo tesonero que por 52 años en Estados Unidos pudo cambiar su realidad y lucha por transformar la de quienes más lo necesiten.
Hace dos años, con su hija Mercy Ramos, fundó "Dulce Esperanza", y hoy trabajan con más ganas que recursos para asistir a niños, adolescentes y envejecientes.
Iniciaron con recursos de la fundadora y continúan con colaboraciones de particulares.
Ninguna institución pública ni privada les apadrina, aseguró Céspedes, y explicó que "llevamos un presupuesto a casi todas las instituciones del Gobierno y hasta ahora nadie nos ha abierto las puertas".
Y se queja de que "hemos tocado miles de puertas, tenemos un proyecto que se lo hemos presentado a todos los políticos, y nada".
Esa institución sin fines de lucro la conforman Dulce de González, presidenta; Mercy Ramos, vicepresidenta; Eugenia Céspedes, secretaria de programas, y Maribel Guerra en propaganda, entre otros voluntarios.
Opera en la calle Curazao 26, en el ensanche Ozama, de la provincia de Santo Domingo, y tiene el teléfono (809) 596-3935.
El proyecto
"Nosotros queremos tener un local donde podamos darles desayuno a los niños que van a la escuela sin desayunarse y almuerzo a los que al mediodía no tengan comida en su casa. También necesitamos tener una sala de tareas", explica.
Céspedes manifestó que buscan impartir clases de computadora, manualidades e inglés, entre otras.
Indicó que regularmente visitan a ancianos que viven en asilos, olvidados por sus hijos, y organizan "tardes de galletas" donde les escuchan y consuelan.
Recientemente hicieron un operativo de recaudación de fondos en Megacentro. El objetivo fue reunir ropa, zapatos, y colectar fondos para asistir a seis de los huérfanos del barrio San Bartolo.
La clausura fue un día de fiesta en el área de juegos y comida de esa plaza de la zona oriental.
Calendario
El 31 de marzo impartirán en su local de la Curazao la charla: "VIH Sida y prevención", dirigida a adolescentes.
El 14 de abril, a las 3:00 de la tarde, una tarde con los envejecientes de San Bartolo y el 21 impartirán un conversatorio sobre VHI Sida en esa comunidad, mientras que el 28 la impartirán en el barrio El Valiente.
Un centro que trabaja por los más necesitados
POR SHIRA ABREU
"Mi hija murió de lo que anda, de lo que los hombres enferman a las mujeres", dice en tono de lamentó Leoncia Ramírez, de 78 años, abuela de cuatro de muchos niños que han quedado huérfanos en la comunidad de San Bartolo, de Los Frailes, en el kilómetro 11 y medio de la autopista Las Américas.
En ese barrio, de calles enlodadas y escasos recursos, es una vergüenza y un mito el tema del VIH y el Sida.
Al rescate de decenas de huérfanos por ésa y otras enfermedades trabajan la Fundación Dulce Esperanza y la directora de la Escuela Hogar Arcoiris.
También hay pequeños con malformaciones congénitas en brazos, piernas y una de ellas nació con un sólo orificio para el ano y la vagina. La directora del centro, Austria Erenia Rodríguez, dijo que puede corregirse sometiéndola a tres operaciones reconstructivas.
La escuela y la fundación trabajan en conjunto para ofrecer educación gratuita, apoyo moral, trámites de asistencia médica y psicológica a 22 de los 180 niños que estudian en el Hogar Arcoiris.
La fundación realizó una campaña dental, hace frecuentemente actividades para motivar a los niños a mejorar en los estudios, dona útiles escolares y recauda fondos para diversas necesidades de los niños y sus padres.
La escuela, fundada en 1997, cobra 100 pesos o menos a los padres de mejores recursos. Y a 30 de los niños los educa sin costo.
Eugenia Céspedes, miembro de las fundación, explicó que la entidad busca llevar alegría a los niños, pero que por la pérdida de sus padres y por las dificultades que enfrentan en ocasiones la tristeza se les refleja en el rostro.
"No adelantan en la escuela, son niños aislados, no estudian y no aprenden", dice.
Pero con el amor, paciencia y la comprensión que les transmiten sus mentoras, el futuro podría ser diferente para ellos.
La fundación
La fundación Dulce Esperanza es el producto del sueño de Dulce de González, quien en la niñez vivió en la pobreza pero que con trabajo tesonero que por 52 años en Estados Unidos pudo cambiar su realidad y lucha por transformar la de quienes más lo necesiten.
Hace dos años, con su hija Mercy Ramos, fundó "Dulce Esperanza", y hoy trabajan con más ganas que recursos para asistir a niños, adolescentes y envejecientes.
Iniciaron con recursos de la fundadora y continúan con colaboraciones de particulares.
Ninguna institución pública ni privada les apadrina, aseguró Céspedes, y explicó que "llevamos un presupuesto a casi todas las instituciones del Gobierno y hasta ahora nadie nos ha abierto las puertas".
Y se queja de que "hemos tocado miles de puertas, tenemos un proyecto que se lo hemos presentado a todos los políticos, y nada".
Esa institución sin fines de lucro la conforman Dulce de González, presidenta; Mercy Ramos, vicepresidenta; Eugenia Céspedes, secretaria de programas, y Maribel Guerra en propaganda, entre otros voluntarios.
Opera en la calle Curazao 26, en el ensanche Ozama, de la provincia de Santo Domingo, y tiene el teléfono (809) 596-3935.
El proyecto
"Nosotros queremos tener un local donde podamos darles desayuno a los niños que van a la escuela sin desayunarse y almuerzo a los que al mediodía no tengan comida en su casa. También necesitamos tener una sala de tareas", explica.
Céspedes manifestó que buscan impartir clases de computadora, manualidades e inglés, entre otras.
Indicó que regularmente visitan a ancianos que viven en asilos, olvidados por sus hijos, y organizan "tardes de galletas" donde les escuchan y consuelan.
Recientemente hicieron un operativo de recaudación de fondos en Megacentro. El objetivo fue reunir ropa, zapatos, y colectar fondos para asistir a seis de los huérfanos del barrio San Bartolo.
La clausura fue un día de fiesta en el área de juegos y comida de esa plaza de la zona oriental.
Calendario
El 31 de marzo impartirán en su local de la Curazao la charla: "VIH Sida y prevención", dirigida a adolescentes.
El 14 de abril, a las 3:00 de la tarde, una tarde con los envejecientes de San Bartolo y el 21 impartirán un conversatorio sobre VHI Sida en esa comunidad, mientras que el 28 la impartirán en el barrio El Valiente.
Gracias a mi compañera María Peña por la foto de los niños en una de las aulas de la escuela
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