Bajan hombre de su árbol, pero se va a una cueva


Así vivía el "Tarzán Dominicano", Pedro de la Cruz Peguero, hasta que la Policía le destrozó su rudimentaria vivienda cuando se enteró del caso por la prensa. Ahora vive en una cueva y sólo quiere dos cosas, un trabajo y que lo dejen en paz.
(Fotos: El Nacional / Guillermo Burgos)

POR SHIRA ABREU
El "Tarzán Dominicano", que vivía sobre un árbol en el Malecón, cambió las alturas por las profundidades, la brisa fresca por la humedad y la oscuridad de una cueva, y las hormigas que subían al árbol por las ratas que abundan entre las rocas y la basura de esa zona. Lo único que no cambió fue la compañía fiel de su perro Rambo.
Su nombre correcto es Pedro de la Cruz Peguero, de 33 años. El no quería que el caso se publicara porque sabía que la Policía iría a desalojarlo como lo hizo hace cinco años cuando otra periodista hizo un reportaje de su vida en una cueva próxima a la playa de Güibia.
Efectivamente, tuvo razón. A pocos días de la publicación de El Nacional, el 11 de este mes, le destruyeron la casa de cartones, madera, plástico y telas que había construido en lo alto de un árbol en la autopista 30 de Mayo, en las inmediaciones del edificio empresarial E. León Jimenes.
"Desde que los policías vieron que eso salió en las noticias cogieron y desbarataron todo. To'''' me lo tiraron pal’ mar. Fue un desorden grande que hicieron conmigo", sostuvo.
Ahora baja a su cueva con la misma agilidad con la que subía al árbol. A su nueva casa, de piedra caliza colmada de basura, de unos dos metros de profundidad, mudó lo que pudo recuperar, una paila para cocinar y algunos cartones en los que duerme al fondo de la oscura y húmeda cueva.
En la primera entrevista había manifestado su deseo de tener un trabajo formal para cambiar de vida. Dice que sabe realizar trabajos pesados como construcción, desyerbo y cuidado de animales.
Mientras tanto, ocasionalmente vende cocos en la Feria Ganadera, busca piltrafa para alimentar a Rambo, que luce muy saludable y fuerte; y cocina para él lo que pueda comprar con sus ganancias o lo que encuentre tirado en la Feria. Ayer tenía tapado un mangú que encontró anteayer en la Feria. Ese iba a ser su desayuno y posiblemente su almuerzo.
Relató que sus padres lo regalaron a un señor de Bayaguana llamado Isidro Santana, a quien quiere como su padre. Considera que si Santana sabe de su situación podría ayudarlo. "Si yo pudiera verlo le pediría ayuda, porque él ha sido mi mano derecha". "Padre no es aquel que engendra, padre es aquel que cría, por ma’ que ute’ vea; porque si ellos no me hubiese criao’ yo me hubiese muerto. Por parte de mi familia que vive en San Cristóbal yo estuviera muerto", declaró.
A parte de un trabajo, quiere que lo dejen tranquilo en su nueva casa.
"Si una persona está tranquila, lo que yo creo es que no deben de sofocarlo, eso lo que hace es que poner a las personas más malas”, dijo.
Después de ventilarse el caso por este diario y por un programa de televisión, se hizo famoso por los alrededores.
"Han venido gente a saber de mi, han venido a decirme que les duele eso que me han hecho, y el que yo tuviera que vivir en una mata", informó.
Desde sus primeros días su existencia, la vida ha sido dura para él, lucha por sobrevivir en circunstancias infrahumanas, entre basuras y ratas, cuida a su único amigo, su perro Rambo.

Comentarios

Ángel Antonio ha dicho que…
Lo que me bufea, es lo "feliz y comodo" que el se ve y se siente con la vida que el lleva, es una pena!!!

Hola Shira, Primera vez que paso por aqui, me pareció interesante tu blog, saludos desde La Romana.

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