POR SHIRA ABREU De acuerdo al Pequeño Larousse, una alcancía es una vasija cerrada, con una hendidura por donde se echan monedas para guardarlas. Pero en República Dominicana se le llama así a la parte baja de la espalda que forma un surco entre las dos protuberancias conocidas como nalgas. Y las “alcancías” andan por doquier, motivadas por la moda de pantalones de talle bajo que dejan poco a la imaginación. Y al parecer un jeans de los que exponen las alcancías al sentarse debe combinarse necesariamente con unos panties pequeñitos llamados “colaless”. El pantalón muy bajo y el “colaless” bien alto parecen la tendencia por gran cantidad de féminas jóvenes, y no tanto, con “alcancías” al aire. Aunque no sea intencionalmente, el pantalón baja y produce dolores de cabeza a quienes no quieran mostrar “la alcancía” e incentiva a las más desinhibidas. Las que se avergüenzan de exponer “la alcancía” tratan de cubrirla estirando la blusa o subiendo el pantalón. Las que no, buscan la excitación
Se trata de escolares aceptados en las escuelas sin actas de nacimiento Por MARIEN ARISTY CAPITAN Veintidós mil estudiantes de escuelas públicas han sido dotados de actas de nacimiento, mientras que otros diecinueve mil esperan la aprobación de sus expedientes, informó ayer la secretaria de Educación, Alejandrina Germán. Al afirmar que cuando la Junta Central Electoral depure y apruebe los últimos expedientes sometidos por las autoridades educativas habrá más de 40,000 estudiantes que tendrán acta de nacimiento, Germán recordó que sin este documento no pueden ingresar al nivel medio del sistema educativo. Sólo los niños que cursan estudios entre el nivel inicial y el séptimo grado de básica pueden hacerlo aunque no dispongan de actas de nacimiento, recordó. Germán dijo que en el gobierno existe conciencia del problema social que representa que familias completas nunca se hayan registrado en una Oficialía del Estado Civil. Es por ello, señaló, que el Gabinete Social trabaja para ir solu
Pese a que el principal órgano de salud, la Organización Mundial de la Salud (OMS), recomiende que los niños sean amamantados por lo menos dos años, la realidad es que conforme pasan los meses las madres que dan el pecho van recibiendo más presión de su entorno para que desteten a sus pequeños. “¿Y hasta cuándo es?”, “¿cuándo le vas a quitar la teta?”, “ya ese muchacho camina, quítale la teta que ya sólo das agua”, son algunos de los comentarios que reciben las madres de personas cercanas que incluso en principio apoyaban su decisión de amamantar. Este panorama es contradictorio, y más cuando la recomendación de quitar el pecho llega desde profesionales de la salud como médicos de todas las especialidades entre ellos incluidos muchos pediatras. ¿Es que la OMS no es autoridad para esos pediatras que recetan X o Y marca de leche y ordenan a sus pacientes destetar?¿Es que esos profesionales y el personal de apoyo de clínicas y hospitales no leen los múltiples estudios publicad
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