Joven con cáncer busca ayuda
POR SHIRA ABREU
Arlennys Pérez Peralta, de 16 años, no perdió su casa por la tormenta, no está guarecida en un refugio para damnificados, no ha recibido raciones de alimentos, colchones, ni medicamentos, pero está perdiendo más que todos, está perdiendo la vida poco a poco con una enfermedad que la destruye por dentro, el cáncer.
Y para pena de ella y sus familiares no cuenta con los recursos suficientes para costear las 12 sesiones de quimioterapia, cada una a 14 mil 800 pesos, que necesita para controlar el letal mal que la consume, ni para comprar las inyecciones de cuatro mil 343 pesos que sirven para subirle las plaquetas por los daños que le ocasionan las quimioterapias.
Hasta ahora las monjitas del Centro Educativo Marillac, de la avenida San Martín 258, donde Arlennys cursa el segundo del bachillerato, pagan parte de su tratamiento, pero ya no pueden más. Tampoco su familia. Su madre, con quien vive en la calle Paraguay, en el ensanche La Fe, no está trabajando.
La joven estudiante ha recibido cuatro sesiones. Debió recibir la quinta el 17 de octubre, pero no había dinero para pagarla. Entonces para recaudar fondos y pagar parte del tratamiento el Marillac hará una kermés el domingo 18 de este mes.
La ayuda se puede canalizar a través de las directoras, sor Silvia y sor Milagros, en las instalaciones de la escuela o llamándolas al teléfono (809) 565-1045.
Empresas pueden aportar productos para que las monjitas los vendan en la kermés y los particulares comprarían esos artículos, porque cada adquisición da un minuto más de vida a la adolescente, que se mantiene viva por su fe, una fe que venció el pronóstico de médicos. En la Plaza de la Salud, en mayo le descubrieron el cáncer y sólo le dieron tres días de vida, pero tiene una fe tan fuerte en Dios de que va a vivir muchos años, y de que va a estudiar medicina.
Una historia de fe
Arlennys, de pausado pero seguro hablar, llevaba una vida como cualquier adolescente pero en empezó a sentir molestias en el cuello hasta el punto que el dolor le impedía mover la cabeza.
Después de muchos estudios le descubrieron ganglios, y una radiografía de tórax dio el viso de la fatal noticia. Biopsias posteriores confirmaron que la masa que tenía entre los pulmones y los ganglios del cuello era maligna.
Su vida cambió y también su concepción de que el cáncer sólo afectaba a la “gente vieja”.
Ahora Arlennys tiene que faltar mucho a la escuela. Sus calificaciones han disminuido significativamente, a veces no tiene cabeza para pensar en clases. No puede correr, caminar rápido, ni bailar, como cualquiera de esa edad.
Pero su fe la mantiene, hasta lo posible llevando una vida normal. Va a la escuela violando las recomendaciones de los médicos y es grande su esperanza de que saldrá bien de la situación y la kermés del domingo 18 le aviva las fuerzas de que se podrá completar el dinero para cubrir las quimioterapias que requiere.
“Aunque en la Plaza me dieron tres días para yo morirme, porque ellos decían que era muy avanzado el cáncer, y que yo no iba a resistir la quimioterapia que me iban a poner? yo puse a Dios por delante. Ellos me dijeron: -se te van a caer los cabellos. Y yo dije : - no se me van a caer. - “Se te van a caer”. Y yo repetí: - no se me van a caer”.
Y en efecto, cuatro quimioterapias no le han tumbado el pelo, ni el cáncer sus ánimos y seguridad de que vencerá.
Y para pena de ella y sus familiares no cuenta con los recursos suficientes para costear las 12 sesiones de quimioterapia, cada una a 14 mil 800 pesos, que necesita para controlar el letal mal que la consume, ni para comprar las inyecciones de cuatro mil 343 pesos que sirven para subirle las plaquetas por los daños que le ocasionan las quimioterapias.
Hasta ahora las monjitas del Centro Educativo Marillac, de la avenida San Martín 258, donde Arlennys cursa el segundo del bachillerato, pagan parte de su tratamiento, pero ya no pueden más. Tampoco su familia. Su madre, con quien vive en la calle Paraguay, en el ensanche La Fe, no está trabajando.
La joven estudiante ha recibido cuatro sesiones. Debió recibir la quinta el 17 de octubre, pero no había dinero para pagarla. Entonces para recaudar fondos y pagar parte del tratamiento el Marillac hará una kermés el domingo 18 de este mes.
La ayuda se puede canalizar a través de las directoras, sor Silvia y sor Milagros, en las instalaciones de la escuela o llamándolas al teléfono (809) 565-1045.
Empresas pueden aportar productos para que las monjitas los vendan en la kermés y los particulares comprarían esos artículos, porque cada adquisición da un minuto más de vida a la adolescente, que se mantiene viva por su fe, una fe que venció el pronóstico de médicos. En la Plaza de la Salud, en mayo le descubrieron el cáncer y sólo le dieron tres días de vida, pero tiene una fe tan fuerte en Dios de que va a vivir muchos años, y de que va a estudiar medicina.
Una historia de fe
Arlennys, de pausado pero seguro hablar, llevaba una vida como cualquier adolescente pero en empezó a sentir molestias en el cuello hasta el punto que el dolor le impedía mover la cabeza.
Después de muchos estudios le descubrieron ganglios, y una radiografía de tórax dio el viso de la fatal noticia. Biopsias posteriores confirmaron que la masa que tenía entre los pulmones y los ganglios del cuello era maligna.
Su vida cambió y también su concepción de que el cáncer sólo afectaba a la “gente vieja”.
Ahora Arlennys tiene que faltar mucho a la escuela. Sus calificaciones han disminuido significativamente, a veces no tiene cabeza para pensar en clases. No puede correr, caminar rápido, ni bailar, como cualquiera de esa edad.
Pero su fe la mantiene, hasta lo posible llevando una vida normal. Va a la escuela violando las recomendaciones de los médicos y es grande su esperanza de que saldrá bien de la situación y la kermés del domingo 18 le aviva las fuerzas de que se podrá completar el dinero para cubrir las quimioterapias que requiere.
“Aunque en la Plaza me dieron tres días para yo morirme, porque ellos decían que era muy avanzado el cáncer, y que yo no iba a resistir la quimioterapia que me iban a poner? yo puse a Dios por delante. Ellos me dijeron: -se te van a caer los cabellos. Y yo dije : - no se me van a caer. - “Se te van a caer”. Y yo repetí: - no se me van a caer”.
Y en efecto, cuatro quimioterapias no le han tumbado el pelo, ni el cáncer sus ánimos y seguridad de que vencerá.
Publicado en El Nacional
Es una niña de un gran corazón hermoso. Vale la pena que cada uno aportemos un granito de arena.
Es increíble como se mantiene firme pese a la adversidad.
Aveces nos ocupamos de problemitas menores cuando hay personas como ella, que no tienen más que la vida, pero que le dan su verdadero valor.
Dios la bendiga.
Comentarios
Se me aguaron los ojos leyendo esta nota, y ver fe tan ferrea que tiene ella. Dios la acompañe, y le bendiga a ella.
Maximo
MI DESEO ES QUE ALGUIEN COMO EL DESPACHO DE LA PRIMERA DAMA, SE OCUPEN DE ESTE CASO, DIOS QUIERA QUE ALGUIEN HAGA LLEGAR ESTE CASO. HASTA ESA INSTANCIA. PERO SOBRE TODO... CONFIA CONFIA NUESTRO DIOS NO ES AJENO A TU CAUSA.
AHHH SAHIRA FUISTE UNA BUENA NARRADORA ESTE CASO ES ESTREMADA MENTE FUERTE
NA DIOS TE VA A DAR TU SALUD NO LO OLVIDESSS NUNCA