Ayudan mujer salir de mendicidad

Elvira Ruiz y cuatro de sus siete hijos posan en la casita que habitan en el Barrio las Hortensias, en Higüey. Ruiz enviudó hace dos años cuando su esposo se quemó en un incendio en la cárcel de ese pueblo, quedó con siete hijos entre dos y 15 años. (El Nacional/Franklin Guerrero)

POR FRANKLYN GUERRERO

Elvira Ruiz, la señora que mendigaba frente a la Basílica de Higüey tras quedar viuda cuando su esposo murió calcinado en el incendio de la cárcel de ese pueblo hace dos años, recibió un entrenamiento y materiales para la confección de velones, por lo que pronto dejará de limosnear.
El entrenamiento lo impartió durante tres días la presidenta de la Fundación Educativa Lope de Vega, licenciada María del Carmen Abad, por sugerencia de miembros de la Unión Nacional de Secretarios Generales Electorales del PRD.
Ruiz, de 34 años, madre de siete menores, dijo el domingo, en su graduación simbólica como velonera, que se sentía muy bien por la ayuda recibida. Indicó que a mucha gente hay que darle la oportunidad de demostrar que quiere progresar.
Una comisión de la unión visitó al párroco de la Basílica, padre Juan Acosta, para que se permitiera a Ruiz establecer un puesto de venta de velones en ese templo. El padre se comprometió a ayudar.
El caso de Ruiz ocupó la primera plana de este diario el 23 de enero de este año, tomada el día de la Virgen de la Altagracia, tras despertar la sensibilidad del fotoreportero Franklin Guerrero.
La señora manifestó que sufría mucho cada día cuando viajaba cinco kilómetros a pie desde su casa en el barrio Las Hortensias hasta la Basílica, muchas veces acompañada de alguno de sus hijos.
Los miembros de las entidades patrocinadoras son el doctor Víctor Jesús Correa, licenciado Julio Cabral, la profesora Maritza Ortiz, entre otros.
A la capacitación se sumaron seis vecinas de Ruiz, viuda de Osvaldo Zorrilla quemado con otros 133 reclusos.
Correa explicó que no le llevaron dinero a Ruiz porque sabían que a los pocos días los iba a gastar en comida y seguiría todo igual, por lo que decidieron adiestrarla en un oficio.
“Todas las vecinas que participaron en el curso se comprometieron a seguir ayudando a Elvira en la implementación de una pequeña asociación de mujeres del barrio, y se unirán en una sola línea para formar ese núcleo laboral y comunitario”, puntualiza en fotógrafo Guerrero en una crónica de la “graduación” del domingo en la mañana en Higüey.
La ex limosnera apuntó que nunca soñó con poder tener los materiales y conocimientos para hacer velones y poder mantener a sus hijos con eso.

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