NIÑOS CON SIDA

La doctora Hipólita Santos, presidenta de la Comisión Social Dominicana de Abogados (Cosodoma), en su ponencia en el desayuno que ofreció la entidad a las madres de niños con Sida que reciben consulta y medicamentos en el hospital Robert Read Cabral . Figura también la psicóloga Sunilda Cruz, quien dio una charla de motivación a las madres y abuelas asistentes. (El Nacional Guillermo Burgos)

POR SHIRA ABREU
Cuando MT, de 12 años, ve en la televisión los anuncios y campañas contra el Sida, se enoja. Apaga el aparato y le pregunta a su abuela porqué hablan tanto de eso. A MT no le gusta recordar que su madre murió hace cinco años y su padre hace tres por esa enfermedad y que por la misma, muchos lo rechazan, sumado a que su perspectiva de larga vida es escasa.
Le gustan las matemáticas, es risueño, tímido y algo conversador, pero la simple pregunta de qué quiere ser cuando grande lo deja mudo y cabizbajo.
El niño fue el viernes a acompañar a su abuela AT, de 71 años, a un desayuno que ofreció la Comisión Social Dominicana de Abogadas (Cosodoma) a las madres de niños con Sida que reciben medicamentos y consultas ambulatorias en el hospital Robert Read Cabral.
Al encuentro no asistieron todas las invitadas, pues muchas de las madres viven en comunidades apartadas en el interior y no disponen de muchos recursos económicos.
Alrededor de la mitad de las asistentes eran las abuelas de los pequeños portadores del VIH (Virus de Inmunodeficiencia Humana). Muchas de las madres ya murieron de Sida, otras están en condición terminal, mientras que otras son portadoras sanas.
Como MT, miles de niños quedan huérfanos y enfermos en una sociedad que todavía los menosprecia por su condición de portadores o enfermos de Sida.
Algunos de los vecinos de MT en Punta de Villa Mella prohíben a sus hijos jugar con él, creen que el simple contacto les contagiaría.
Añadido a su patología, el niño tiene en el cuerpo “verruga plana” y unas manchas rojas en la cara que todavía no saben qué es, explicó su abuela.
La actividad de anteayer forma parte de las que realiza Cosodoma para asistir con apoyo moral y psicológico a las familias con niños infectados. La presidenta de esa entidad, Hipólita Santos, entiende que los medicamentos y consultas son insuficientes para esas familias. Y que necesitan apoyo psicológico y alimenticio.
Manifestó que ha sido en vano los esfuerzos de tres años para conseguir apoyo estatal.
La psicóloga Sunilda Cruz, que dio una charla de motivación a las madres que asistieron al desayuno, sostiene que los que más sufren son las familias, “la carga es más fuerte para quien cuida que para el que lo sufre”.
Cruz lamenta que la mayoría de las familias son muy pobres y no pueden pagar sicólogos que les ayuden a sobrellevar la difícil tarea de educar y dar amor y cuidados a niños condenados desde su primer minuto a una corta vida. Por lo tanto, Cruz colabora con Cosodoma.
Los sentimientos estaban a flor de piel, las abuelas recordaron con tristeza a sus hijas e hijos muertos y miraban con impotencia a sus nietos, muchos de ellos no entienden la magnitud de su enfermedad.
Cruz dijo que los enfermos y sus familias necesitan el apoyo psicológico porque muchos pierden la fe en Dios, en la vida, en la humanidad. Entiende que con apoyo psicológico pueden cambiarles la perspectiva de ver el problema y hacerles disfrutar y amar cada minuto de vida de sus hijos y nietos.

Mientras la señora PF llora frente a un niño portador del virus del Sida, la psicóloga Sunilda Cruz la aconseja ser fuerte. La hija de PF es una enferma terminal de Sida y dos de sus nietos reciben tratamiento ambulatorio y medicinas en el hospital Robert Read Cabral. (Más detalles en Reportaje). (EL Nacional/ Guillermo Burgos)

Comentarios

Ariel Santana ha dicho que…
Muy sensibilizante! me gusto tu blog!

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