MERCADO MODELO Una sucia realidad alejada de sus orígenes
Al Mercado Modelo de la avenida Mella se le ha caído más que las letras, como muestra la foto, perdió el brillo de hace 65 años, cuando lo construyeron. Pero lo peor es que se van clientes que huyen a la inseguridad y la basura que se acumula en sus calles aledañas. (El Nacional / Guillermo Burgos)
POR SHIRA ABREU
Con el paso de los años el “Mercado Modelo” de la avenida Mella se aleja cada vez más de su nombre y de la idea, importada desde España hace 65 años, cuando lo construyeron. Aunque, en honor a la verdad, la idea de “modelo” o ejemplo a imitar, parece que se cumple para todos los mercados del país, pues ese y casi todos lucen muy abandonados y más que puntos de ventas son puntos de contaminación.
Ese mercado ocupa casi la cuadra completa entre la avenida Mella y las calles Hernando Gorjón, Santomé y Del Monte y Tejada, donde se puede encontrar desde artesanía dominicana y haitiana, y las populares mamajuanas, hasta “despojos” especializados para el amor y la prosperidad, aseguran sus ofertantes.
Con el paso de los años el “Mercado Modelo” de la avenida Mella se aleja cada vez más de su nombre y de la idea, importada desde España hace 65 años, cuando lo construyeron. Aunque, en honor a la verdad, la idea de “modelo” o ejemplo a imitar, parece que se cumple para todos los mercados del país, pues ese y casi todos lucen muy abandonados y más que puntos de ventas son puntos de contaminación.
Ese mercado ocupa casi la cuadra completa entre la avenida Mella y las calles Hernando Gorjón, Santomé y Del Monte y Tejada, donde se puede encontrar desde artesanía dominicana y haitiana, y las populares mamajuanas, hasta “despojos” especializados para el amor y la prosperidad, aseguran sus ofertantes.
Así lucía ayer la parte trasera del Mercado Modelo. Eran las 9:00 de la mañana, el día en el mercado comenzaba pero ya la basura se acumulaba por doquier. (El Nacional/ Guillermo Burgos)
El edificio central, entrando por la Mella, lo ocupan tiendas de artesanía, visitados mayormente por turistas, y en los laterales, en casuchas de zinc, palos rústicos, “playwood”, cartones y otros materiales se alojan los vendedores de productos agrícolas, donde el suelo y las calles se convierten en un fétido basurero que emana un olor ya particular y distintivo de a “mercado”.
Esos verduleros ocupan la acera y parte de la calle, el tránsito se vuelve lento y dificulta a los conductores parquear vehículos.
Dentro del mercado, un edificio de alto y descascarado techo, los dependientes de los puestos de artesanías promocionan en el idioma de su potencial cliente sus mamajuanas en botellas y en patas y cuernos de vaca, sus muñecas sin rostro, sus cuadros, accesorios de larimar y ámbar, sus machetes, pilones, sombreros y souvenires de diferentes tipos.
Problemas
Dependientes se quejaron ayer de que el Ayuntamiento del Distrito no da mantenimiento a esas instalaciones, cuyos baños por su pestilencia le quitan la inspiración al más apurado. Los inodoros sólo bajan cuando el usuario le echa un cubo de agua.
Entre los que se quejaron de que el Cabildo se ocupa más por cobrar los impuestos que por mantener en buenas condiciones esa plaza están Manuel Caridad y Rafael Juan Minaya, quienes tienen puestos allí desde 1978 y 1958, respectivamente. Recordaron que antes había una brigada del Ayuntamiento asignada a esa zona, pero ahora cada comerciante es responsable de mantener limpio su puesto y pasillos.
Minaya dijo que la tasa actual del dólar, de 33.46, debería ser de 45 pesos por uno. Abel Martínez, dependiente de la tienda Artesanía Cheche coincidió en cuanto a la tasa del dólar porque cuando esa moneda estaba alta sus ventas eran mejores ya que los turistas pagaban menos dólares por mercancía.
Robos
“Aquí son más ladrones que los gatos”, se quejó Benjamín Cabrera, propietario de “Plaza Típica”, un puesto de artesanías y productos para ensalmos, brebajes y baños de despojos. Sus clientes son brujos y curanderos de todo el país, pero no falta la distinguida dama que llega en su carro de lujo buscando algo para “amarrar a su hombre”.
Algunos clientes se quejaron de la inseguridad en las calles aledañas al mercado. Y de que la plaza carece de vigilancia nocturna adecuada.
“Los ladrones son los que serenean esto”, dijo Cabrera, quien sostuvo que hace poco le robaron más de dos millones de pesos en mercancías.
Desde muy temprano empieza la actividad en el “Mercado Modelo”. Amas de casa y detallistas van a proveerse de distintos tipos de productos, que se ofrecen allí a bajos precios.
Pero la inseguridad, la basura que se acumula en las calles y los malos olores alejan a los clientes, sean turistas o criollos.
Esos verduleros ocupan la acera y parte de la calle, el tránsito se vuelve lento y dificulta a los conductores parquear vehículos.
Dentro del mercado, un edificio de alto y descascarado techo, los dependientes de los puestos de artesanías promocionan en el idioma de su potencial cliente sus mamajuanas en botellas y en patas y cuernos de vaca, sus muñecas sin rostro, sus cuadros, accesorios de larimar y ámbar, sus machetes, pilones, sombreros y souvenires de diferentes tipos.
Problemas
Dependientes se quejaron ayer de que el Ayuntamiento del Distrito no da mantenimiento a esas instalaciones, cuyos baños por su pestilencia le quitan la inspiración al más apurado. Los inodoros sólo bajan cuando el usuario le echa un cubo de agua.
Entre los que se quejaron de que el Cabildo se ocupa más por cobrar los impuestos que por mantener en buenas condiciones esa plaza están Manuel Caridad y Rafael Juan Minaya, quienes tienen puestos allí desde 1978 y 1958, respectivamente. Recordaron que antes había una brigada del Ayuntamiento asignada a esa zona, pero ahora cada comerciante es responsable de mantener limpio su puesto y pasillos.
Minaya dijo que la tasa actual del dólar, de 33.46, debería ser de 45 pesos por uno. Abel Martínez, dependiente de la tienda Artesanía Cheche coincidió en cuanto a la tasa del dólar porque cuando esa moneda estaba alta sus ventas eran mejores ya que los turistas pagaban menos dólares por mercancía.
Robos
“Aquí son más ladrones que los gatos”, se quejó Benjamín Cabrera, propietario de “Plaza Típica”, un puesto de artesanías y productos para ensalmos, brebajes y baños de despojos. Sus clientes son brujos y curanderos de todo el país, pero no falta la distinguida dama que llega en su carro de lujo buscando algo para “amarrar a su hombre”.
Algunos clientes se quejaron de la inseguridad en las calles aledañas al mercado. Y de que la plaza carece de vigilancia nocturna adecuada.
“Los ladrones son los que serenean esto”, dijo Cabrera, quien sostuvo que hace poco le robaron más de dos millones de pesos en mercancías.
Desde muy temprano empieza la actividad en el “Mercado Modelo”. Amas de casa y detallistas van a proveerse de distintos tipos de productos, que se ofrecen allí a bajos precios.
Pero la inseguridad, la basura que se acumula en las calles y los malos olores alejan a los clientes, sean turistas o criollos.
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